Los Pactos de la Moncloa

1. POLÍTICA DE EMPLEO Y RENTAS, SALARIOS Y SEGURIDAD SOCIAL

PRESENTACIÓN

La importancia de los Pactos de la Moncloa firmados a finales de octubre de 1977 y ratificados por el Congreso y el Senado en los primeros días de noviembre, justifican sobradamente el esfuerzo del Gobierno y de la Administración por cumplir y dar a conocer el cumplimiento de los mismos.

En febrero pasado, el Consejo de Ministros dio su conformidad a la primera publicación de la Secretaría General Técnica de la Presidencia del Gobierno, en la que se recogían los Pactos jurídico-políticos y su estricto y puntual cumplimiento normativo. En efecto, aquella publicación demostraba, de forma clara e inequívoca, que el Gobierno, a los tres meses de la firma de los Pactos, había ejecutado los acuerdos jurídico-políticos en toda su extensión, con la excepción de lo relativo al Código de Justicia Militar.

Con esta publicación se inicia una serie de Informes sobre el cumplimiento del Programa de Saneamiento y Reforma de la Economía, tal y como figura en los Pactos de la Moncloa.

Naturalmente —ya se decía en la presentación de la publicación anterior— el cumplimiento de los Pactos económicos no se hace sólo a través de normas jurídicas recogidas en el «Boletín Oficial del Estado»

o remitidas a las Cortes para su aprobación, sino también a través de decisiones, acuerdos e incluso actitudes y posiciones de los diferentes grupos políticos, empresariales, financieros y sindicales. Por otra parte, para la ejecución de los Pactos económicos se establecen unas fechas muy definidas, algunas de las cuales operan a corto plazo, pero otras se extienden a medio y largo plazo, hasta diciembre de 1978. Por último, es evidente que en los Pactos de la Moncloa se concretan objetivos y resultados económicos a lograr, que no dependen exclusivamente de una medida concreta, que no pueden conseguirse por Decreto o por una Ley y que, por tanto, sólo el tiempo podrá determinar si los Pactos han tenido el éxito que se pretendía.

En esta publicación, y tal como ya se hizo en la anterior con los Pactos jurídico-políticos, sólo se recogen las normas promovidas por el Gobierno en cumplimiento de los Pactos económicos. Es decir, se trata de incluir el desarrollo normativo que ha tenido el Programa de saneamiento y reforma de nuestra Economía.

A la hora de editar los Informes elaborados por la Presidencia del Gobierno, ha parecido conveniente agruparlos por temas, en lugar de llevar a cabo una sola publicación sobre la totalidad del cumplimiento de los Pactos económicos. En consecuencia, y de manera sucesiva, se editarán varias publicaciones que recogerán la plena ejecución del Programa económico, hasta la fecha de esta edición.

Este primer Informe abarca exclusivamente lo relativo a algunos de los aspectos más importantes desde el punto de vista de política social en sentido estricto, como son la política de empleo y seguridad social y la política de rentas, incluyendo lógicamente lo relativo a los salarios.

En estos grandes apartados (empleo, seguridad social, rentas y salarios) se incluyen los textos correspondientes del Pacto de la Moncloa y a continuación las normas de desarrollo, tal y como han sido aprobadas por el Gobierno.

En semanas sucesivas, la Secretaria General Técnica de la Presidencia del Gobierno publicará también los informes relativos a la política económica, financiera y fiscal, a la política de educación y otros aspectos de la política económica sectorial y, por último, a la política energética.

La conclusión que se deduce claramente de esta publicación es que el Gobierno está cumpliendo puntual y estrictamente el contenido económico de los Pactos, adelantándose incluso en ocasiones, a los plazos establecidos. Sin embargo, existen determinadas medidas o disposiciones para las que se han establecido plazos más largos (muchos de ellos, el 30 de junio), que todavía no se han agotado. En otros casos, como el de la política de energía, la propia dificultad y trascendencia del tema han aconsejado prolongar los estudios y los debates para garantizar una más acertada elaboración del Plan Energético.